Veo... como todo vá avanzando con cada paso que se dá, con cada latido que advierte que la vida continua y que las agujas del reloj siguen su ritmo, el mismo ritmo habitual de siempre... y mientras lo hace, puedo imaginar cuantas lágrimas han caido y brotado en aquellos ojos que se ciegan de tanta injusticia en un mundo irreal, que prefiere morir en sueños que volver a despertar.
Siento... como un aire frio recorre mis pies y como mi piel se enfria, pero nada es más frio que un corazón congelado, que bombea agua helada y aquellas lágrimas secas que se convierten en cubos de hielo por no poseer la calides de un alma blanca, ni un corazón blando casi celestial, mas aquellas personas solas se encarcelan en su propia jaula de cristal.
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